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DEL OLVIDO A

LA REVUELTA

DIOSAS INVISIBLES

Del 06 de marzo al 27 de junio

UN ARTE DE VIVENCIAS Y DE SUPERVIVENCIAS

 

Hasta hace muy poco, parecía que las mujeres artistas no hubiesen existido nunca. Los libros no las nombraban. Los museos no las exponían. Las galerías no las ofrecían a los coleccionistas. Este largo silencio, ha sido impuesto por el heteropatriarcado vigente pero en clara decadencia, se ha empezado a romper recientemente gracias a una ciudadanía más crítica que quiere conocer y reconocer el papel de la mujer en el arte. Porque sí: las mujeres han existido siempre.

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Su proceso de inclusión en el imaginario cultural colectivo aún está en proceso, pero ya no hay vuelta atrás. Y obligatoriamente debe  ir acompañado de una reivindicación de su aportación al mundo del arte. Sus voces han amplificado el arte. Le han dado una dimensión de pensamiento más amplio y universal. Lo han enriquecido con un nuevo vocabulario i con nuevos temas, muchos de ellos surgidos de la vida misma. El arte de las mujeres habla mucho de la vida. Nunca ha pretendido competir con el arte de los hombres. El arte de le los hombres también se han beneficiado del arte de las mujeres. Ellos también tienen que celebrar la entrada de las mujeres en el mundo del arte porque, en definitiva, han contribuido a democratizarlo.

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Del olvido a la revuelta! Diosas invisibles es un ejercicio de prospección física, emocional y espiritual de tres estratos de la historia de las mujeres que se han vinculado a la creación. Una sedimentación de saberes interconectados e interdependientes que desafía los discursos oficiales dictados por el dominio masculino: que las mujeres artistas han sido episodios aislados y residuales. Este proyecto expositivo debe entenderse como una sugestiva caja de resonancia de presencias que abrazan la antigüedad y la contemporaneidad. Entre estos dos mundos, el ayer lejanos y el hoy más presente, cinco mujeres del siglo XX nos abren las ventanas de sus universos creativos tan personales y tan libres a pesar de los obstáculos que se encontraron para forjarlos.

Mercè Gallén, Elena Jaumandreu, Maria Lluïsa Malibran, Magdalena Mañosa y María Josefa González Montalbán componen un mosaico de vivencias y de supervivencias humanas y complejas a merced de sus necesidades y pulsiones para expresarse con la pintura, la escultura, la escritura, el cine y el cuerpo, en algunos casos clandestinamente, en otros a la sombra de alguien (hombre, por supuesto).

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Las artistas contemporáneas se enlazan con estos sustratos de creación menospreciada. Txan Grau​, Francesca Llopis, Fiona Morrison, Ivonne Navarro y Marga Ximenez se han apropiado de su legado de sentidos latentes y la han revitalizado con su propia práctica. Ellas son nuestras cómplices en esta aventura de rescate de la memoria que tiene la ambición de corregir los olvidos. Su actitud combativa toma fuerza del activismo feminista de los últimos tiempos, catalizador de una creatividad diversa y plural, sensible no solo con la problemática de las mujeres sino de las minorías sexuales y de todas las victimas de un sistema deshumanizado para la codicia del capital.

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Y en la capa más distante en el tiempo de estas causas están las diosas del mundo antiguo. Los dioses se preocuparon de ser mas preponderantes. Y ellas supieron ser fruto de esta genealogía femenina y, sí, también feminista. Hécate sabía que no hay una visión única del mundo y que su lugar natural eran las cruces. Las coreutas se solidarizaban con las actrices de las tragedias y guardaban los secretos. Clío era el filtro de lo que ocurría y de lo que no en la historia. Deméter cuidaba de la Tierra como si fuera su propio cuerpo, un cuerpo atravesado de heridas. Y Metis, ejemplifica como ninguna otra que el machismo es una combinación fatal entre el poder, el control y la ignorancia: Zeus la convirtió en una gota de agua para podérsela tragar y así integrarse dentro de sus virtudes, de entre muchas la sabiduría.

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MARIA PALAU

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